Las vacunas salvan vidas, ¡infórmate! Cuando te vacunas estás desempeñando un papel importante para tu propia seguridad y la de tu comunidad, ¿por qué?
Cuando un número suficiente de personas en una localidad se vacuna, la propagación de la enfermedad se ralentiza o se detiene por completo, ya que la afección no puede pasar fácilmente de una persona a otra. Por tanto, mientras haya un número suficiente de personas vacunadas, la enfermedad no se propagará.
Esto se conoce como inmunidad de rebaño o inmunidad comunitaria y te protege a ti, a tu familia, a tus amigos y especialmente a los que no pueden vacunarse por cuestiones de salud, por ejemplo: pacientes recién trasplantados.
¡Las vacunas salvan vidas, protegen tu salud, la de tu familia y la de todos!
¿Cómo? Las vacunas evitan que se hagan cuadros graves de enfermedades cuando la persona vacunada se contagia. En la actualidad, existe una conspiranoia en torno a la vacuna contra el COVID-19, pero no se debe prestar atención a estas ideas que desprestigian los efectos de la vacuna. De hecho, de acuerdo con las estadísticas de los organismos de salud “más del 90% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 no están vacunados”.
La vacunación es una de las mejores maneras de protegerte a ti mismo, a tus hijos y a las generaciones futuras de las enfermedades infecciosas. En otras palabras, si te vacunas, ayudas a eliminar enfermedades que podrían propagarse ahora y en el futuro.
Si te aseguras de que tú y tu familia estén vacunados, no solo estás cuidando de tu propia familia, sino también protegiendo a las personas vulnerables de tu comunidad. Cuantas más personas se vacunen, menos personas se infectarán y menos se propagará el coronavirus.
¿Sabías que en la década de 1950, miles de niños morían cada año por enfermedades como el tétanos, la difteria y la tos ferina? Por suerte, hoy en día es raro que alguien muera por estas enfermedades infecciosas, gracias a los programas de vacunación implementados por los diferentes países en las décadas de 1960 y 1970, bajo las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Estos programas continúan en la actualidad y siguen protegiendo vidas.
Entonces, ¡cuantas más personas se vacunen, menos personas se infectarán y menos se propagará la enfermedad. La vacunación salva vidas!
Todas las vacunas funcionan de la misma manera: hacen que el sistema inmune de tu cuerpo aumente el nivel de protección frente a una infección específica antes de entrar en contacto con ella. En otras palabras, es como estar infectado con la enfermedad sin sufrir los síntomas reales.
Si entras en contacto con una infección después de haber sido vacunado, tu sistema inmunológico trabaja para evitar que la enfermedad se desarrolle de manera grave y en muchos casos cuando la respuesta inmunológica es eficiente la vacuna evita que contraigas la enfermedad. Las vacunas se prueban rigurosamente para demostrar su seguridad y eficacia en la protección contra las enfermedades infecciosas.
Gracias a las vacunas muchas enfermedades infecciosas son raras o ya no existen. Sin embargo, todavía hay brotes de algunas enfermedades infecciosas en todo el mundo, entre ellas:
No existen vacunas para el Zika, el Ébola o el VIH/SIDA, pero se están haciendo investigaciones para crearlas. Cuando estos desarrollos científicos se materialicen ¡serán motivo de celebración y pondremos nuestros hombros para vacunarnos contra estas enfermedades!
● Lavarse periódica y cuidadosamente las manos con agua y jabón.
● Utilizar la mascarilla de forma adecuada: esta debe cubrir la nariz, la boca y el mentón.
● No tocarse los ojos, la nariz y la boca.
● Mantener dos metros de distancia entre las personas a nuestro alrededor, a fin de reducir el riesgo de infección cuando otros tosen, estornudan o hablan.
● Evitar espacios cerrados y congestionados.
¡Te invitamos al canal de Youtube para que aprendas sobre el Té Verde y nuestro sistema inmune.