¿Cuántas veces hemos escuchado la frase “Somos lo que comemos”? Si se tomara al pie de la letra, podríamos imaginar que al comer un pan con chicharrón nos convertimos en un pan con chicharrón, o que al comer zanahorias nos convertimos en zanahorias. Aunque no es exactamente así, ¡esa es la idea! En esta entrada de Wawasana te explicamos de forma sencilla el significado de somos lo que comemos.
Somos lo que comemos porque cada alimento que elegimos es un conjunto de moléculas de información o de mensajes para el cuerpo. Digerimos o descomponemos los alimentos en unidades más pequeñas para ayudar al cuerpo a ejecutar sus tareas. Entonces, si lo reducimos a una estructura base, podríamos pensar en la alimentación como una conversación con los 3 mejores patas que te puedes imaginar:
Las PROTEÍNAS, como la carne, el pescado, los huevos, los frutos secos y las legumbres están formadas por unidades individuales llamadas aminoácidos que se convierten en:
A. Estructura y forma para las células, los órganos y el tejido conectivo.
B. Vehículos de transporte que llevan pequeñas moléculas dentro de las células por todo el cuerpo.
C. Materias primas del sistema inmunitario.
D. Enzimas que descomponen los alimentos, y aceleran procesos como la producción de energía.
E. Las hormonas como mensajeras entre las células y los órganos.
Los CARBOHIDRATOS como las verduras, la fruta, los cereales y las legumbres están formados por unidades individuales denominadas glucosa, que favorecen:
A. La generación de ENERGÍA.
B. La gestión del estrés.
C. La energía del cerebro, la concentración y cómo eliminamos las toxinas.
D. El almacenamiento de las proteínas y las grasas para sus “trabajos específicos”.
E. Bacterias intestinales saludables y eliminación de desechos.
Las GRASAS como las aceitunas y el aceite de oliva, las nueces, las semillas, el aceite de coco y la palta se descomponen en ácidos grasos que:
A. Nos mantienen calientes, protegen nuestros órganos y partes del cuerpo.
B. Potencian el cerebro, el sistema nervioso y los reflejos.
C. Regulan el calor de la inflamación.
D. Transportan ciertas vitaminas a través de la digestión, por ejemplo, comer tomate con aceite de oliva aumenta la absorción de licopeno.
E. Apoyan la salud de las membranas celulares, que funcionan como una central de comunicación en el cuerpo.
Por lo tanto, si consideramos y aplicamos la afirmación "somos lo que comemos", vemos que necesitamos todos los mensajes que transmiten estos 3 patas para mantener una conversación coherente, que se interpreta como un cuerpo sano. Por ejemplo, una comida que combine pollo o frijoles, batata, vegetales crudos y palta le da al cuerpo un mensaje o información positiva.
¿Qué pasa con la comida chatarra o de mentira? El mensaje de los alimentos procesados como las grasas hidrogenadas, los transgénicos, los azúcares artificiales y esa larga lista de ingredientes que aparece en los paquetes de este tipo de sustancias es intraducible para el cuerpo. De hecho, el organismo toma este mensaje como un “asunto que se debe gestionar” porque no puede utilizarlo para sus trabajos normales, ¿cómo?
Tu fiel hígado, que ya tiene unos 400 trabajos, tiene que intentar neutralizar esos mensajes incomprensibles. La comida chatarra o de mentira es como un extranjero que no habla el idioma de tu cuerpo, que vaga por el cuerpo sin un itinerario con mensajes que no se traducen. Tu cuerpo hace todo lo posible por neutralizarlo, pero esos mensajes pueden provocar desequilibrios.
Así que ¡a comer alimentos de verdad porque tienen un mensaje que tu cuerpo puede entender fácilmente!
Por último, debemos prestar atención a cómo comemos. Tomarse el tiempo para conectarse con la comida, tal vez haciendo algunas respiraciones o dando una bendición puede mantenernos en conectados con la digestión y enviar un mensaje positivo al cuerpo.
1. Come alimentos reales y conoce su mensaje.
2. Equilibra tu ingesta de proteínas, grasas y carbohidratos.
3. Haz una pausa antes de comer y respira dos veces.
4. Mastica la comida: ve más despacio y disfruta de lo que estás comiendo.
5. ¡Prueba una verdura que no hayas comido antes, o a una especia que te parezca y huela increíble!
Finalmente, te invitamos a ¡disfrutar del viaje de conexión con la maravilla de tu cuerpo y de las muchas maneras en que puedes elegir cómo ser por lo que comes! No olvides mantenerte hidratado con infusiones saludables y desintoxicar tu cuerpo con Wawasana Detox.