Agradecer es un acto de reconocimiento y apreciación. Es importante agradecer todas las cosas buenas que nos suceden, aún si son pequeñas, agradece a Dios, agradécete a ti mismo, a otras personas cuando lo amerite, a la vida. Agradecer no es sólo una palabra, es retribuir y demostrar el afecto, esto te ayudará a seguir atrayendo momentos para seguir agradeciendo.
Muchas veces estamos llenas de buenas intenciones con los demás y nos olvidamos de nosotras mismas, este año recuerda que tu prioridad eres tú, tu salud mental y física. Dale la importancia que tiene, este año quiérete más, ejercítate, duerme mejor, come sano y capacítate para seguir creciendo.
Si tienes algún problema trabaja en la solución, sino tiene solución quítale tu atención. Piensa en el lado positivo de las cosas y mira el lado bueno de la vida, los pensamientos positivos nos dan tranquilidad y paz. Juntarse con amigos que te ayuden a ser mejor y te den críticas constructivas será positivo, no más amistades que no aporten nada positivo, aléjate de esa negatividad.
Que nadie tome decisiones por ti, decir NO cuando no estás de acuerdo en algo, poner límites, no te sientas culpable por no estar a gusto con los planes de tus padres, de tus amigos. No tienes que hacerte responsable por los actos de los demás, siéntete cómodo de aceptar lo que deseas y rechazar lo que no. Toma el control de tu vida y de tus acciones, reflexiona antes si es necesario, date un momento para pensar tu respuesta, no aceptes por compromiso.
Además de definir cuáles son las cosas que queremos lograr este año procura tener un plan de acción y enumerar los pasos para llegar a tus objetivos, trazar un “plan b” por si las cosas no resultan de una manera, para saber cómo actuar o cual sería la mejor salida de ese inconveniente para continuar en el camino hacia tus metas. Para tener a la vista estos propósitos puedes usar una agenda digital, un calendario físico o una pizarra para anotar estos planes, escribirlo ayudará a que se concreten.